Personas sin alergias a los productos a emplear y emocionalmente estables, que comprenden los resultados que se pueden obtener tras el tratamiento; como la mejora de la flacidez cutánea, la pérdida de volumen de los pómulos, lóbulos de las orejas, mentón, nariz o la corrección de surcos, ojeras y arrugas.

En la primera consulta, se evaluarán los puntos clave para obtener un aspecto mejorado, cuales son sus puntos débiles y sus puntos fuertes, intentando corregir los primeros y resaltar los segundos. Se explicarán las distintas posibilidades y se le indicarán los cuidados posteriores.
No olvide contar si toma alguna medicación o padece alguna alergia.

Una vez decididas las zonas a tratar, se realizarán pequeñas inyecciones para administrarle el tratamiento. Por ejemplo, para mejorar el contorno de los pómulos, el ovalo facial, el mentón, las arrugas de “marioneta” o los surcos entre el labio y la mejilla.
El procedimiento dura entre 15 y 30 minutos.

Se le darán instrucciones para obtener el mejor resultado y una cita de revisión para poder obtener la máxima efectividad y el resultado más satisfactorio posible.

Es una técnica muy segura con mínimas complicaciones, como algún moratón ocasionalmente.
El seguimiento tras la técnica nos permitirá hacer un adecuado control de los resultados y resolver cualquier problema que pudiera surgir.

Los resultados suelen ser muy gratos para la paciente, siempre que se busquen resultados naturales y evitemos el sobretratamiento.