Cualquier persona sana, sin enfermedades neurológicas ni alergias al medicamento, emocionalmente estable y que comprende los resultados que se pueden obtener, pueden realizarse este tratamiento.

En la primera consulta, se evaluarán las áreas de sudoración excesiva y estado general de salud. Se explicarán el tratamiento y se le indicarán los cuidados posteriores.
No olvide contar si toma alguna medicación o padece alguna alergia a fármacos.

Una vez decidida la zona a tratar, se pondrá crema anestésica o anestesia local y se realizarán pequeñas inyecciones para administrar el tratamiento. El procedimiento dura unos 30 minutos.

Se entregarán instrucciones y una cita de revisión para poder obtener la máxima efectividad y el resultado más satisfactorio posible.

Es una técnica muy segura con mínimas complicaciones, como algún pequeño moratón ocasionalmente.
El seguimiento tras la técnica nos permitirá hacer un adecuado control de los resultados y resolver cualquier problema que pudiera surgir.

Los resultados suelen ser muy gratos al reducirse una sudoración que puede resultar socialmente incómoda para el paciente.