Fluoración

Conocida también como “fluorización dental”, es un procedimiento consistente en aplicar un gel de flúor a los dientes para reducir el riesgo de aparición de caries.

Resumen
A partir de 6 años
5 minutos de intervención
No requiere anestesia
El proceso
Generalmente, se aplica en pacientes jóvenes, entre los 6 y los 14 años, pero puede realizarse también en adultos si se encuentran en riesgo de sufrir lesiones de caries.
Este procedimiento requiere de una anamnesis (listado de antecedentes) que indique si el paciente toma suplementos de flúor.
Se aplica un poco de gel fluorado en dos férulas blandas desechables, que a su vez, se colocan en los dientes superiores e inferiores y se mantienen en posición de 1 a 4 minutos.
A continuación se retiran y se enjuaga toda la boca.
Finalmente se dan instrucciones al paciente sobre cómo higienizar su boca de la mejor forma posible, y se le aconseja no tomar productos lácteos durante las primeras 24 horas tras el tratamiento.
Este procedimiento no es sustituto de una correcta higiene oral, siendo ésta indispensable para prevenir la caries.
El gel de flúor no debe ingerirse (tragarse) debido a que es nocivo para el sistema digestivo.
El odontólogo se encargará de vigilar de forma ininterrumpida que el gel no sea ingerido.
Preguntas frecuentes

¿Cada cuánto tiempo es necesaria?
Se recomienda que el tratamiento se realice un máximo de dos veces al año. Idealmente, debería realizarse tras un tratamiento de higiene oral.

¿Puedo comprar el gel y aplicármelo en el domicilio?
El gel fluorado utilizado en el centro sólo puede ser administrado por un odontólogo ó higienista dental.