Cualquier persona con tumores en la piel puede someterse a estos procedimientos, con el objetivo de eliminarlos por causar molestias, ya sea por estética o por su riesgo o malignidad.

Se realizará un diagnostico del tipo de tumor y del estado de salud. Así, se informará de las mejores opciones adaptadas a cada caso.
En caso de grandes tumores o personas con dificultades, por edad o estado de salud, se precisa la compañía de algún familiar o acompañante que pueda llevarle a casa cuando se le dé el alta (si es preciso, el centro puede ofrecerle ayuda para resolver esa dificultad).

Para la intervención no suele requerirse el ingreso y se realiza con anestesia local. Puede realizarse en la clínica, bien quirúrgicamente o bien mediante láser. Suele durar unos 30 minutos.
Tras la cirugía, se realizará un estudio de anatomía patológica.
Solamente en grandes tumores puede ser preciso el ingreso y la anestesia general

Durante las primeras 24 horas puede tener mínimas molestias, que ceden con medicación suave.
Después de 7 a 10 días se retiran los puntos si fue necesaria la cirugía.
La actividad laboral puede retomarse de forma inmediata.
Se proporcionarán instrucciones concretas y se realizará un seguimiento personalizado durante los meses siguientes al tratamiento para ver la evolución.
En el caso de tumores malignos, el control es mucho más prolongado.

Cuando es realizada por un cirujano plástico cualificado, las complicaciones son infrecuentes y de poca importancia.
No obstante, siempre existen posibilidades de complicaciones, como infección, sangrado, alteraciones en la cicatriz o reacciones a la anestesia. Se pueden minimizar los riesgos siguiendo de manera cuidadosa las instrucciones, tanto antes como después de la cirugía.
La plataforma Láser de la Clínica Valero puede ayudar a mejorar la cicatriz.

Habitualmente los resultados son muy favorables. Como en todas nuestras actuaciones nuestro objetivo es buscar el mejor resultado, con la menor agresividad.