Cualquier paciente de edad adulta y con plena salud emocional puede someterse a este procedimiento, con el fin de mejorar la forma, color ó tamaño de sus dientes anteriores y su sonrisa. Para ello, es necesario que los dientes a tratar y sus encías estén sanos.

Para realizar este procedimiento es indispensable un diagnóstico que incluye Diseño Digital de la Sonrisa y toma de impresiones y que puede incluir una o más radiografías.

En una primera fase, se colocarán unas carillas temporales (“Mock-up”) que determinarán la satisfacción con la forma, la posición y el tamaño de los dientes. En una segunda fase, se procederá a un tallado mínimo de los dientes y se colocarán las carillas.

Pese a los nuevos procedimientos diagnósticos y de planificación del tratamiento, no se garantiza el resultado del mismo. El odontólogo pondrá todos sus recursos y esfuerzo para lograr el mejor resultado posible. Asimismo, se garantiza durante los tres primeros meses la reparación ó sustitución sin coste de las carillas fracturadas o dañadas.