Cualquier son persona sana y emocionalmente estable, que comprende los resultados que se pueden obtener tras la cirugía, puede someterse a este procedimiento.

Se realizará un diagnostico extenso que puede incluir un estudio ecográfico o mamográfico. Se informará de las mejores opciones adaptadas a cada caso y se realizará una simulación virtual del resultado a alcanzar con el sistema más avanzado (Crisalix®).
Es preciso que se indique el consumo de tabaco o de alguna medicación o vitamina, el número de embarazos previos y si piensa volver a quedarse embarazada o dar de mamar.
Posteriormente, se entregarán las instrucciones preoperatorias.
Es precisa la compañía de algún familiar o acompañante que pueda llevarle a casa cuando se le dé el alta (sí es preciso el centro puede ofrecerle ayuda para resolver esa dificultad) y que, en caso necesario, puedan ayudarle un par de días.

El aumento mamario se realiza en un quirófano, dentro de una clínica u hospital. Suele ser preciso el ingreso, dándose el alta al día siguiente.
La cirugía de aumento mamario se realiza bajo anestesia general, permaneciendo el paciente dormido durante la operación, si bien en casos muy determinados se puede realizar bajo anestesia local y sedación.
Se interviene a través de una pequeña incisión que se diseña para que la cicatriz resultante sea casi invisible. El procedimiento dura entre 1 y 2 horas.

Es normal encontrarse algo cansada unos días, pero podrá hacer vida casi normal a las 24-48 horas. La mayoría de las molestias se controlan bien con la medicación prescrita. La recuperación es prácticamente completa entre las 3 ó 6 semanas.
Tras el aumento mamario podrá retomar la actividad laboral en pocos días, dependiendo del trabajo que realice. Siga las instrucciones acerca de qué ejercicios puede realizar. Es conveniente evitar un contacto físico excesivo hasta las 3 ó 4 semanas. En cuanto a las actividades deportivas, si son suaves pueden retomarse al mes, y las intensas en mes y medio o dos meses.

La cirugía de aumento mamario es una técnica segura, siempre y cuando sea realizada por un cirujano plástico cualificado. Como en cualquier cirugía, pueden producirse hematomas (moratones), mientras que la infección puede darse en las primeras semanas tras la cirugía.
Una complicación propia de este procedimiento es la contractura capsular, que hace que la mama se vuelva más dura y puede ser tratada de diversas maneras. Algunas mujeres notan los pezones más o menos sensibles, generalmente de forma temporal.
Debemos indicar que en la Clínica Valero se utilizan implantes de máxima calidad, a la luz de los conocimientos actuales, con garantía de por vida de sustitución si se produjera ruptura. Los implantes tienen marcado FDA y CEE para su uso médico.
Además, las revisiones periódicas permitirán detectar y resolver precozmente las complicaciones, si se producen.
La colocación de una prótesis no impide la realización de mamografías.

Los resultados tras un aumento mamario suelen ser muy gratos para la paciente. Someterse a un aumento mamario es una decisión muy personal que no todo el mundo tiene por qué entender.
La Clínica Valero tiene un protocolo personalizado de seguimiento para todas las pacientes con implantes mamarios.
Por último, un valor añadido de Clínica Valero es disponer de una gran plataforma laser que permite tratar las pequeñas cicatrices que se producen en la cirugía, con el objeto de hacerlas lo más imperceptibles posible.